La banda estadounidense Hurray For The Riff Raff abrirá para sus compatriotas Future Islands el próximo 16 de julio en Barcelona, en el que concierto que estos ofrecerán en la sala Razzmatazz de la capital catalana, enmarcado dentro del festival Guitar BCN. Queda así configurado un impactante cartel doble, con dos de las formaciones punteras del presente, autoras ambas de discos que retumbaron en los resúmenes musicales del año pasado. En el caso de Hurray For The Riff Raff nos referimos al álbum “The Navigator”, y en el de Future Islands a “The Far Field”. Pero vayamos por partes y presentemos a Hurray For The Riff Raff (que protagonizaron, por cierto, la portada del mes de abril de la revista ´Ruta 66´). Se trata de un grupo liderado por la vocalista y compositora Alynda Segarra, descendiente de puertorriqueños, natural del neoyorquino barrio de Brooklyn y residente en Nueva Orleans desde 2007, tras una vagabunda existencia a partir de su adolescencia. Segarra fue primero impactada por el doo wop y el sello Motown en su infancia, luego se interesó por el punk de rebaba hardcore y a partir de ahí gravitó hacia la música norteamericana de raíces. Fue entonces cuando gestionó la primera encarnación de Hurray For The Riff Raff, que hasta el momento luce una discografía con nueve títulos publicados: el primero, el EP “Crossing The Rubicon” (2007), y el último el LP citado al principio de este texto, “The Navigator”. En 2012, cuando sacaron el álbum “Look Out Mama”, empezaron a despegar de manera muy significativa, con reseñas como la de ´No Depression´, que apuntó que “suenan como si The Band hubieran estado jugando con un gramófono mientras grababan ´Music From Big Pink´ en Woodstock”. A lo largo de su trayectoria, Segarra y su banda han ido puliendo y perfeccionando su voz y su música, atravesando diferentes capas del folk de su país hasta desarrollar una americana idiosincrática, integral y de abanico amplio, que ha llegado a su plenitud con “The Navigator”. Un disco conceptual, menos acústico, que ha dejado más paso a las guitarras eléctricas, al rock´n´roll a lo Lou Reed y a sonidos contemporáneos, protagonizado por una joven, Navita, que viajando por una ciudad en ebullición aprende a través de sus canciones quién es realmente. “Aumentando su estilo de trovadora folk con percusiones latinas y un grupo a capela con aromas a sinfonía callejera, Segarra amplia con efectividad su noción de la americana para acomodar ahí otra capa cultural junto a sus habituales influencias de blues y country” (The Independent).
Por su parte, Future Islands desplegarán en la sala Razzmatazz de Barcelona su efusivo arsenal de canciones, con el carisma de su frontman, Samuel T. Herring, activando la pasión y ejerciendo de maestro de ceremonias. Es el suyo un pop sintético henchido de romanticismo, desde Baltimore y especializado en canciones sobre rupturas amorosas (las letras son también obra de Herring), entre la autoinculpación y el vitriolo. Fue en 2006 cuando empezaron su trayectoria, a partir de las cenizas de un grupo anterior, Art Lord & The Self-Portraits. Desde entonces han publicado cinco discos de estudio, el último de ellos “The Far Field”, que salió en abril del pasado año. Con el tiempo han ido ganando en disciplina y dirección: su debut largo, de 2008, más electro-punk, carecía de excepcionalidad, era demasiado literal. Su mejora quedó patente especialmente a partir de “On The Water” (2011), el tercer LP, en el que se preocuparon menos de poner sobre la mesa el drama y la furia y se centraron en lograr que sus reflexiones sobre la añoranza fuesen algo que realmente emocionase. Como emocionan sus conciertos. O como lo hizo "Singles", su cuarto álbum, experimental a la vez que accesible, con la voz, la instrumentación y las historias en la misma dirección, y con el trío tan cohesionado como un nudo doble, jadeando pasión. "The Far Field" ha incidido en esa senda, si bien la crudeza de esa pasión suya, tan marca de la casa, viene servida con una mayor complejidad en los arreglos y un mayor tira y afloja en el diálogo entre la voz y los instrumentos. Ahí van dos ejemplos de los muchos aplausos que ha recibido: “Hacer música pop tan cálida e inmediata y que suena tan fuera de lo corriente es una rara proeza” (Q); “Un álbum repleto de melódico pop sintético de primera, un triunfo de principio a fin” (musicOMH).