divendres 05. abril Concert - Sala 3

div.05. abr Concert - Sala 3

Sala 3

BODEGA + ALIMENT


obertura de portes: 20:00 H
anticipades: 12 € + gastos de distribución
Punts de venda: EVENTBRITE y WEGO
Contacto promotor.

Bodega ha sido uno de los descubrimientos de 2018 para los seguidores del punk más bailable gracias a la entrega de su disco de debut “Endless Scroll”. El quinteto art rock proveniente de Brooklyn ha encandilado a público y prensa con un álbum redondo producido por Austin Brown de Parquet Courts y editado por What’s Your Rupture?, casa dónde han debutado también Parquet Courts, Iceage o Royal Headache.

Con salvaje minimalismo y agudo ingenio, “Endless Scroll” revitaliza el vocabulario del rock and roll bajo la influencia del post punk, el hip hop contemporáneo, el kraut rock y la composición narrativa de raíz folk. Inspirado por la cinematografía, el grupo enfoca el documental en torno a ellos mismos, encontrando lo politico en lo personal. Su mezcla de ensayo y confesión atestigua la dura poesía de ser humano en la era digital. 

El grupo formado por Ben Hozie (guitarra, voz), Nikki Belfiglio (voz), Montana Simone (batería), Madison Velding-Vandam (guitarra) y Heather Elle (bajo) estará de gira por la península en Abril de 2019 con conciertos en Bilbao (jueves 4), Barcelona (viernes 5) y Madrid (sábado 6).

• Escucha “Endless Scroll”:
—> https://open.spotify.com/album/19qDhmyJ8cyRo2t5M25dvr?si=2bAiuo7jRritUwrrUh4J9A


El plan está trazado. Esta noche tocan Aliment y sabemos perfectamente lo que esto significa. Nos pondremos la chaqueta con los parches de Dirtnap y Goner Records y la camiseta de los Bad Sports. Va a haber sangre y sudor, joder. Aún quedan unas cuantas horas para que empiece el concierto pero hemos quedado a las siete para empezar a vaciar unas cuantas latas de cerveza; cerveza que sudaremos hasta que el aire se condense y llueva dentro de la sala. Cuando el concierto empieza, sucede algo nuevo y extraño. Estábamos esperando un inicio demoledor con “Car Crush” —Silverback (La Castanya, 2015)— pero hemos chocado contra algo denso y oscuro llamado “Dystopia”. ¿Pero dónde están esos estribillos perfectos llenos de “Uuooo’s” y “Aaaah’s”?

De repente todos esos lamentables tópicos ultramanidos del garaje se tornan ridículos: “Rock sudoroso de cerveza en mano”, “Sangre y sudor en el pogo”, “Amistad y bourbon en estado puro”. A la mierda con todo esto. En este arranque Aliment nos dicen que reventemos todos estos clichés a patadas porque aquí no hay ni celebración jubilosa de la amistad, ni cervezas en el aire, ni codazos simpáticos; aquí se está construyendo en directo un enorme muro que nos caerá encima y se lo va a tragar todo.

Más allá de la fantasía del garaje, los años y la vida han hecho que los Aliment hayan acumulado toneladas de dolor que imposibilitan cualquier conato de teatro encima del escenario. Aliment se muestran oscuros e incómodos aunque al final todo es una cuestión de proporción, no de negación. Es por eso que, de repente, en medio de la crudeza, florece un poco de esperanza y durante 20 segundos te regalan un estribillo power pop preciosista que se desvanece antes de que puedas alzar el puño. Holy Slap (La Castanya, 2012) y Silverback están ahí, pero ocultos, porque la niebla y la penumbra regresan de nuevo. Aún queda luz, la hemos visto, pero para que sea bella y auténtica tiene que sugerirse, nunca convertirse en pornografía.

Grabado en dos sesiones distintas en La Atlantida Estudio (Barcelona), Brother (La Castanya, 2018) nos descubre unos Aliment que se han olvidado conscientemente de una forma de hacer música basada en la canción pop redonda y anfetamínica, al más puro estilo de los Marked Men. Ahora flirtean con el post-punk de Protomartyr, Sievehead, Dïat e Institute (“New Human”, “Sacred Secret”), elevando en el podio esos punteos de guitarra que amenazan en agrietarlo todo. También asistimos a nuevas formas, como esos momentos más Parquet Courts (“Maze”, “Black Cross”) y esos pasajes constituidos por una repetición rítmica que se mantienen hasta la extenuación, hasta el cansancio, hasta el delirio (“Dystopia”, “Snake Bite”). Todo esto se mezcla con cuadros instrumentales etéreos y preciosos (“A Blazing Torch”) heredados de la escuela danesa (Vär, Iceage, Lower). Brother es una maquinaria perfecta que derrumba tópicos, y, esperemos, generará de nuevos.

 

 

Artwork

ticket Comprar entrades